lunes, 18 de febrero de 2008

Still the same

Vaya,... lunes! Pero con ánimo, ¿eh?
Sólo son quejas... y eso que soy feliz. La verdad es que superfebrero es como la cuesta de su precedente, pero en jodido. Lo mejor de todo son los kilómetros que llevo a la espalda -jo qué suerte, diréis-, viajes al norte y demás. Todo espera su fin, todo excepto la calma. Sin el alma a punto, consiguió experimentar cerca de su falda, sin el colapso de la oscuridad lunática (de lunes).
Sabéis que a veces nos tomamos la vida con calma -excepto el metro-.
Bueno, vamos con lo que veníamos: no tengo nada que contar.
Bloqueo.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Post-operatorio

Claro, no fue el peor día de mi vida. No. Veni, Vidi, Vinci. Me superó, el supermartes lo recordaré como algo etereo, más que nada porque sigue flotando la sombra de su final.

De antemano es difícil hacer nada ante un mal día, y no es que me importe, sólo que uno está de bajón y se adentra en las profundidades de su sofá para disfrutar de un estupendo momento cinéfilo, con mi chica acurrucada sobre mi cadera -con pizza y todo-.

Sólo una discusión podía haber destruído por completo febrero; afortunadamente no fue así, pero claro algo tenía que ocurrir...

Abro el magnífico jomcinema para visionar lo que se prometía como una de las películas del año.
Primer plano: vacas pastando (35 seg.)
Segundo plano: vías del tren (35 seg.)
Título: La Soledad
Primer plano: lo he querido llamar de nuevo primer plano, pero en realidad no sabría considerarlo: la televisión se divide en dos y no me doy cuenta del plano partido hasta que a la protagonista no se le ocurre meterse (35 seg. después de no decir nada) por una puerta a la derecha de la pantalla y entrar por la derecha del otro plano partido. No sé si me explico, pero: MAL COMENZAMOS.

No quiero aburriros, igual que no quería aburrirme de tal forma. Tampoco voy a convenceros de que no veáis semejante bodrio. Ni siquiera, aunque lo hiciera a conciencia, os voy a desvelar cómo acaba; aunque este último punto no lo hago, sobre todo, porque no tiene trama, inicio, ni fin, ni guión, ni actuaciones brillantes, ni siquiera dramatismo, el único drama que tiene es que anoche me la tragué, enterita: dos horas... y sin anestesia.

Menos mal que hoy brilla el sol.

P.D.: El banco me ha llamado para hacerme ofertas jugosas.

martes, 5 de febrero de 2008

Supermartes II

Tengo coche. A priori, ésta, se puede considerar como una información estéril, desde luego no pretendo presumir de una pertenencia que es común al último de los españoles. Es un subtítulo.

Quiero un coche. Esta afirmación podría resultar caprichosa, siempre y cuando soy yo el único que conoce el motivo de la misma. Pero os quiero hacer partícipes del estado de mi actual posesión; para que os hagáis una idea: hace poco ví el rodaje de una película, era de época. Les pedí que me cambiaran mi coche por un carromato de los que utilizaban una vez concluida la grabación. Ataque de risa mayúsculo, pero el director me pidió el número por si los guionistas entraban en huelga.

Tengo una hipoteca. Otra de las informaciones yermas. Con este subtítulo quiero que conozcáis mi grado de angustia económica, y aunque mi cuota no es, desde luego, la más alta que conozco, no hago pagos baladís mensuales como para vanagloriarme de mi situación de mileurista.

Ahora apliquemos la lógica: tengo coche, pero necesito otro; tengo hipoteca; soy mileurista 'pelao'. Datos que hacen que mi vida necesite un crédito -que, por cierto, solicité la pasada semana y hoy firmaba-. PUES NO, no lo he firmado. Sé que peco de iluso, de vivir en un mundo de flores rojas y amarillas, pero lo que no me esperaba es que, habiendo pedido tres millones de las antiguas pesetas (yo vivo el euro, pero es para que os cuadre más fácilmente), acabe pagando casi cinco millones. JA!!!!

Por supuesto, mi negativa le ha hecho estrujarse el coco al banquero de marras y me ha prometido una revisión. CAOS.

Mi supermartes promete, aún son las 14.06 h.

Supermartes

Sí señores, con el permiso de missssss Clinton, algunos también gozamos de un espectacular supermartes.

Donnington St. 9.00 a.m.,

Retorcido en el sofá, rumiando su habitual yogur desnatado, la mañana se presenta rota. No es más que un día sombrío; a pesar de los cielos parcialmente cubiertos, la lluvia no cesa de caer sobre el parqué levantado de su cuarto de baño. Y no es una casa en ruinas, sino un cero en la memoria. ¿Cuánto puede costar llamar al desfacedor de entuertos?: el fontanero, que no me cogió hace una semana y... ahora me da pereza descolgar.

Una triste vida y a trabajar. Pues NO.

En mi cabeza la idea de un nuevo esfuerzo. Una empresa. Un: quiero una vida dominada -pero por la primera persona del singular-.

"Buenos días Roma, soy Giggi el bienhecho." (Jaimito)

lunes, 4 de febrero de 2008

Estoy

Esto comienza aquí, es lunes 4 de febrero de 2008. Con la resaca habitual de los lunes, estrello la última botella de champán del fin de semana sobre este blog. Queda inaugurada por lo tanto la virtud de virtudes, la parte inteligente de la sapiencia, el punzón.

BIENVENIDOS