lunes, 28 de junio de 2010

Y el mástil...

Momento grato,
y no siempre lo acepto,
no es mentira que supone un riepto,
pero al fin agarro el aparato.

Es desde niño algo innato
el coger su palo sin precepto,
pero siempre me creo inepto
con el lento, lento pizzicato.

Momentos hay que no me llama,
y hay días que parece vicio
cruel escenario mi cama;

otros duele cual cilicio
pero siempre lo agradece una dama
aunque a mi guitarra desquicio.

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